Un pastor evangélico hondureño y su hija de crianza, murieron tras varios disparos que le infirieron desconocidos, la noche del miércoles anterior en Juticalpa, Olancho, por razones aún desconocidas. El pastor asesinado se llamaba Rafael de Jesús Paguada Padilla (58), y su hijastra Jaret Estefanía Meléndez (16); mientras que la esposa y madre de la joven Zeth Jaret Meléndez (40) resultó ilesa en la balacera.
La familia Paguada-Meléndez se trasportaban a bordo de un vehículo tipo pick-up, color rojo, de la Iglesia Evangélica Tsebaoth del barrio El Centro de Juticalpa, hacia su casa ubicada en el barrio La Cruz.
Sin embargo se detuvieron en la colonia Mina Guifarro, para comprar unas golosinas, acción que aprovecharon los homicidas y dispararon en varias ocasiones desde un carro en marcha y se dieron a la fuga.
Tras los 15 disparos de armas de 9 milímetros, el pastor cayó mortalmente herido, su esposa y su hija se abalanzaron sobre su cuerpo llorando y reanimándolo, porque aún estaba con vida.
Los asesinos, no conformes con lo sucedido, regresaron y dispararon contra la muchacha que estaba de espalda y llorando junto a su padrastro herido, luego le dieron le dispararon nuevamente al ministro Rafael, quien murió al instante. Inmediatamente los malhechores se fugaron.
Jaret Meléndez, gravemente herida fue llevada a un centro asistencial por su madre, quien resultó ilesa, pero en el trayecto rumbo al hospital murió.
La Policía investiga las causas de porqué asesinaron a estas dos personas, quienes según familiares y amistades, no tenían enemigos ni habían recibido amenazas de muerte.
Los restos de padre e hija fueron enterrados ayer en Juticalpa, Olancho, en medio de la condena por el doble crimen, y exigencias a las autoridades de investigación para que capturen y encarcelen a los criminales.
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